ENCONTRANDO MI ALMA MADRE

Fue en Brasil, en Salvador de Bahía, una tarde frente al mar, y muy cerca de una casona museo africana, luego de vivir la experiencia maravillosa del día de Yemayá, cuando me senté junto a mi amiga a tomar un café.

Yo hace mucho con la idea de encontrar el nombre de «Mi centro» Holístico.

Fue en ese instante que de manera mágica, y sin siquiera disponerme a hacerlo, comienzo a hablar, «canalizar» y contar la historia de la «Gran Mom», era la gran madre, gran matriarca.

Vivía en África, en un poblado de chozas bajo el «baobab», árbol sagrado, le llamaban EL GRAN SABIO y árbol plata, aquí cada tarde al ponerse el sol, la gran mom solucionaba los problemas de salud con hierbas medicinales, les enseñaba a las mujeres y niños, contaba historias de sus abuelas, siempre con algún mensaje para aprender.

A los niños les contaba cuentos de valientes guerreros y cazadores.

A las mujeres que iban a dar a luz les cantaba y las ayudaba a parir, y entre todas las mujeres de la tribu, protegían y cuidaban a quienes lo necesitaban.

La GRAN MOM, era la sabia, la abuela, la madre, la guía, la amiga, protectora de su tribu, la gran maestra, esa gran Mom fui yo.

Zamira